Como característica particular, cabe destacar una porción de piel que descansa detrás de su cabeza y sobre su lomo, una especie de collar con largas espinas de cartílago que se abre cuando se siente amenazado.
El clamidosaurio llega a medir unos ochenta centímetros de largo, siendo los machos bastante más grandes que las hembras. Es carnívoro y pasa gran parte del tiempo en los árboles al acecho. Su sentido de la vista es muy desarrollado, siendo capaz de capturar un insecto cuando pasa delante de él.
Este animal posee una gran capacidad de adaptación al medio ambiente. Los científicos australianos notaron que aprovechaba los constantes incendios del norte de Australia: después de un incendio, su estómago es capaz de alojar presas de mayor tamaño a las que captura habitualmente.